Quizás te ha pasado: conectaste con alguien, intercambiaron mensajes, tuvieron encuentros bonitos y de pronto... silencio absoluto. No hubo explicación, ni un "no va más", ni siquiera un adiós. Solo desapareció. A eso le llamamos ghosting, y sí, duele. Mucho.
Como psicólogo, he acompañado a muchas personas que han vivido esta experiencia. Y quiero contarte por qué el ghosting no es solo una “mala costumbre”, sino un tipo de rechazo que puede dejar heridas profundas si no se trabaja emocionalmente.
¿Qué es exactamente el ghosting y por qué nos afecta tanto?
El ghosting es cuando alguien corta la comunicación sin explicación alguna. De un momento a otro, esa persona desaparece como un fantasma. No hay cierre, no hay claridad, solo quedamos con la sensación de estar suspendidos en el aire, preguntándonos: ¿qué pasó?
Y esa falta de respuestas es precisamente lo que más nos duele. A diferencia de un rechazo claro, el ghosting nos deja atrapados entre la esperanza y la angustia. Nuestra mente busca explicaciones, intenta reconstruir el vínculo, se aferra a lo que fue o pudo ser.
Un estudio que explica ese dolor invisible
Hace poco leí una investigación que quiero compartir contigo. Fue publicada en la revista Personal Relationships (Szczesniak et al., 2025) y, por primera vez, se estudió el ghosting en un entorno experimental, no solo en relatos del pasado.
Los participantes imaginaron conocer a alguien, tener un par de citas, y luego enviar un mensaje para volver a verse. A algunos les respondían con entusiasmo (aceptación), a otros les decían que no querían seguir (rechazo claro), y a un tercer grupo simplemente no les respondían. El famoso ghosting.
¿Qué descubrieron? Que tanto el ghosting como el rechazo directo causaban emociones negativas y bajaban la autoestima. Pero solo quienes fueron ghosteados mantenían un fuerte apego emocional a esa persona, revisaban sus redes, pensaban en escribirle otra vez... como si la conexión aún estuviera viva.
La herida invisible del ghosting
¿Te suena familiar? Tal vez sentiste ese impulso de revisar “si se conectó”, ver sus historias o simplemente esperar algo que nunca llegó. No es casualidad. Es una respuesta humana al vacío que deja una relación interrumpida sin explicación.
¿Por qué el ghosting se siente peor que un "no"?
Hay varias razones. Y no, no es que seas "demasiado sensible". Aquí te explico algunas que suelo compartir en consulta:
- La incertidumbre duele más que la verdad. Nuestro cerebro necesita saber dónde estamos parados. Cuando no hay respuestas, lo interpreta como una amenaza y entra en estado de alerta constante.
- Nos deja sin poder cerrar el ciclo. No tener una conversación final impide elaborar la pérdida. Nos quedamos atrapados entre lo que fue y lo que no entendemos.
- Puede activar heridas pasadas. Si viviste abandono o rechazos en tu infancia o relaciones anteriores, el ghosting puede reactivar ese dolor no resuelto.
¿Te ha pasado esto? No estás solo(a)
Según estudios recientes, hasta un 60 % de adultos jóvenes ha sido ghosteado al menos una vez (Newport Institute, 2024). No es poca cosa. Lo más preocupante es que muchas personas minimizan su dolor porque “no era una relación formal” o “no pasó tanto tiempo”. Pero el dolor emocional no se mide en cantidad de citas, sino en intensidad de conexión y en la forma en que se rompe.
¿Qué podemos hacer para sanar?
Si has sido ghosteado(a), me gustaría que sepas algo importante: no tienes la culpa. No hay nada defectuoso en ti por haber confiado, ilusionado o entregado emocionalmente. El silencio del otro habla más de su forma de afrontar la incomodidad que de tu valor como persona.
Te comparto algunas ideas que trabajo con mis pacientes
- Haz un cierre simbólico. Aunque no tengas una explicación, puedes escribir lo que te hubiera gustado decir o recibir. No hace falta que lo envíes, solo libéralo.
- Reencuadra la experiencia. El ghosting no es un juicio sobre tu valor. Es un espejo del otro, de sus límites emocionales, no de los tuyos.
- Evita idealizar la conexión. A veces recordamos solo lo bonito. Pero ¿realmente era alguien disponible emocionalmente? ¿Qué señales pasaste por alto?
- Busca acompañamiento. Si te cuesta soltar, si sientes ansiedad o tristeza prolongada, hablarlo en terapia puede ayudarte mucho.
¿Estás en Chinandega y te gustaría trabajar este tema?
Si sentís que este tema te toca, que aún estás tratando de entender qué pasó o que te cuesta soltar esa conexión, estoy aquí para acompañarte. Puedes agendar una cita en Mediclinic Chinandega escribiéndome directamente por WhatsApp al +505 8967 2200. Juntos podemos trabajar en sanar esa herida, recuperar tu seguridad y reconstruir tu bienestar emocional.
Ghosting no es solo una moda digital: es un dolor emocional real
Detrás del ghosting hay personas que se quedan esperando, que sienten angustia, que dudan de sí mismas. Si alguna vez te pasó, quiero decirte que tu dolor es válido y que podés salir adelante. No estás solo(a).
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